Índice del Artículo
¿Qué es la radiofrecuencia?
La radiofrecuencia, también conocida como rizotomía o rizólisis, es una técnica intervencionista que se utiliza para tratar el dolor crónico y otras patologías. Especialmente en pacientes con enfermedades articulares y musculoesqueléticas.
Esta técnica se basa en la aplicación de descargas eléctricas de una frecuencia y temperatura específicas para destruir o desvitalizar las estructuras que causan el dolor, como las fibras nerviosas que transmiten información referente a la esfera sensitiva-dolorosa.
¿Cómo se realiza el procedimiento de radiofrecuencia?
En el procedimiento, se utilizan agujas que contienen un electrodo y un generador de corriente para enviar impulsos eléctricos al lugar deseado con la frecuencia, intensidad, temperatura y tiempo predeterminados. A ciertas temperaturas, alrededor de 80 grados Celsius, las fibras nerviosas que transmiten dolor son destruidas por el impulso eléctrico, mientras que las fibras que transmiten información motora y sensorial resisten y quedan funcionales tras el procedimiento.
Esta técnica se realiza normalmente en quirófano, bajo anestesia local con o sin sedación consciente, y no requiere hospitalización. El médico insertará las agujas en la zona específica, como la zona lumbar o cervical, y realizará varios test para cerciorarse de la correcta ubicación de los electrodos antes de proceder a la descarga. Es una técnica bien tolerada y en la mayoría de los casos, es posible retomar la actividad plena a las 24 o 48 horas después de la intervención.
Aplicaciones de la radiofrecuencia en el tratamiento del dolor
Las aplicaciones son amplias, siendo las más típicas el tratamiento del dolor lumbar y cervical de origen facetario. En determinados casos, se puede usar esta técnica como alternativa a la cirugía o como antesala a la misma. También se aplica en patologías dolorosas más específicas como la neuralgia del trigémino o para el tratamiento de patologías funcionales como el Parkinson o el temblor esencial.
A continuación, se presentan algunas de las aplicaciones en el tratamiento del dolor:
Radiofrecuencia pulsada: esta técnica se utiliza para tratar el dolor crónico en la columna vertebral, las articulaciones y los nervios periféricos. Utiliza ondas de radio de alta frecuencia para generar un campo eléctrico en los tejidos, lo que reduce la transmisión de señales de dolor al cerebro.
Radiofrecuencia convencional: esta técnica se utiliza para destruir los nervios que transmiten las señales de dolor. La radiofrecuencia convencional utiliza un electrodo de radiofrecuencia para calentar los tejidos del cuerpo y destruir los nervios que transmiten las señales de dolor.
Bloqueo nervioso guiado por radiofrecuencia: esta técnica se utiliza para bloquear los nervios que transmiten las señales de dolor. La radiofrecuencia se utiliza para calentar y destruir los nervios, lo que interrumpe la transmisión de señales de dolor al cerebro.
Denervación facetaria por radiofrecuencia: esta técnica se utiliza para tratar el dolor de espalda crónico. La radiofrecuencia se utiliza para destruir los nervios que se encuentran en las articulaciones facetarias de la columna vertebral, lo que reduce la transmisión de señales de dolor.
Es importante tener en cuenta que la radiofrecuencia no es una cura para el dolor crónico, sino que se utiliza como una técnica para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.
Si padeces dolor lumbar o cervical, neuralgia del trigémino u otra patología dolorosa en la que pueda ser aplicable, consulta con un médico especialista en neurocirugía para determinar si esta técnica es una opción en tu caso.