Las técnicas mínimamente invasivas han sido incorporadas al segmento cervical de la cuál de forma más reciente que en otras localizaciones y su uso no está tan extendido. No obstante, existen abordajes descritos que, mediante el uso de separadores tubulares, permiten descomprimir el canal medular cervical desde un abordaje posterior y una incisión de mínimo tamaño. El cirujano, conforme avanza la intervención, mueve el separador y lo recoloca, modificando la orientación del mismo según sus necesidades, dirigiéndose así al lugar del campo quirúrgico deseado. Al igual que en la columna lumbar, se ayuda de un microscopio quirúrgico y un motor o fresa de alta velocidad con el que remueve hueso para dar un mayor calibre al canal medular.